viernes, 22 de enero de 2010

A LA HORMIGA QUE VISTE UN JEAN APRETADO, BIEN APRETADO


A la Blanca Varela de Contranatura...


A la hormiga que viste un jean apretado, bien apretado
A los que tienen el coraje de sonreír en una combi
Al destino al cual no estamos destinados
A las cosas que olvidé en no sé dónde
A ese detestable “sólo te quiero como amigo”
A los periódicos que todo lo desmesuran
A los que entran sin tocar la puerta
Al piojo que acaba de sufrir un accidente de tráfico
(y está con un fuerte dolor en la cadera)
A la vida que algunas veces, muy pocas, nos trata como queremos
A las patadas impotentes que me propinaba el señor que jugaba a ser mi padre

A la brisa y a la brasa
A los juguetes de la infancia que se empecinaron en divertirnos
A las cenas de gala que me quitan el apetito
A la loca locura de los locos
A los quehaceres del hogar que no se hacen
A los enemigos que me hice poquito a poco
A los que todavía perdonan nuestra existencia
A la hiena que llevamos dentro, muy dentro
A las trabajadoras sexuales que hacen bien su trabajo

A la moneda que se esconde en el bolsillo del pantalón que ya no usamos
A los gemidos que todavía nos engañan
A los que me ayudaron a fabricar este poema
A los que matan el tiempo mirando las huellas que deja una coja tortuga
A las últimas lágrimas que te arrancaron mientras amabas
A los libros que sólo sirven para guardar el recibo de la luz
A mi madre que está un poquito embarazada de mí
A los que se conforman con ser la historia de una canción
A las cartas de amor que persisten a pesar del correo electrónico
y a los poemas que sobreviven a pesar de las tarjetas de crédito
Al perro que está pasando por problemas económicos
Ah, me olvidaba, y a las palabras que tercamente se repiten en este poema

A todos ellos,
a todos ellos les quise dedicar este poema,
mas no pude...
porque ya se lo había dedicado toditito
a la Blanca Varela de Contranatura...

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