miércoles, 24 de noviembre de 2010

YO NO CREO EN DIOS PORQUE TENGO A MAMÁ TEÓFILA

Mamá Teófila en horario de trabajo...
Chato, yo no lo intindo. Al criincia in dios llaman fi, y al criincia in Pachamama llaman sopersteción... ¿No is lo mismo?

Juan Vilca Mamani
(El campesino que jugó a ser mi padre y perdió...)

Cada vez que mamá Teófila sufre de alguna molestia (dolor de huesos o espalda o cuando le duele alguno de sus hijos), no duda en acudir a la casa de don Pedro Puma Mayta, el reputado curandero del barrio. Sí, a la covacha de aquel soltero “wiracocha” que ve desfilar por su modesto despacho a todas las mamachas de primaria incompleta que le solicitan sus buenas artes en la solución de diversos males, o que le inquieren, entre otras cosas más o menos importantes, por el futuro y el presente de sus respectivos maridos... Que si están siendo vilmente engañadas, que si el esposo les durará hasta la vejez, que si la amante es la joven que vende papas rebosadas en la esquina del mercado, que si le traigo la ropa interior de mi comadre, que si se cansará de la otra y volverá a la casa a ver siquiera a sus hijos, etc., etc.

Mamá siempre se limpia la boca para hablarnos de don Pedro: siempre repite que es efectivo, que siempre acierta con el remedio perfecto, que le atina con los buenos consejos y que, sobre todo, casi nunca se equivoca en sus predicciones..., añadiendo -de pasadita- la cortés orden de que siempre seamos amables con él y le saludemos como a los tíos, con mucho respeto. Cuando le repongo que al curandero ese hay que saludarle como a cualquier vecino de la cuadra y que ella gasta insulsamente dinero en adivinaciones que no tienen ni una gota de fundamento..., se levanta de su destartalado catre, se acomoda el sombrero de paja y me replica, de inmediato, con cada caso que se ha desarrollado tal como ha descrito don Pedro, gracias a la lectura protocolar que hace de la verde hoja de coca; como cuando, por jemplo -me pone un ejemplo muy especial-, después de pasar por la oficina del oraculesco vecino (un cuartucho de medio pelo), coca en mano ella ya sabía, con mucha anticipación, que papá Juan (Juan Vilca digo) la iba a dejar por una señito más guapa y más joven, y todo esto -siempre según ella- a pesar de tener las mejores trenzas del vecindario.

Pero de esa eficacia brujeril que tanto proclama mamá inflando el pecho y levantando el mentón orgullosa de contar con tan buen consejero, con la confianza de saber que ella nunca leerá este post puedo ventilar que, cuando acababa la secundaria, a mi primo hermano, don Pedro, a cambio de la modesta suma de diez soles le adivinó el futuro con buenas nuevas, diciéndole que, por fin, de tanto postular gastando plata en academias, ingresaría a la universidad. En efecto, llegado el momento de cumplirse los viejos augurios, mi primo ingresó -y por la puerta principal- a la Universidad Nacional de San Agustín; pero lo que olvidó decirle el achacoso vidente del barrio era que iba ingresar pero no precisamente para estudiar una carrera, sino para trabajar, para ganarse la vida custodiando el campus agustino de noche. Mis disciplinadores tíos, cansados de tanta gastadera de plata, le habían conminado a buscar trabajo, con el ultimátum de desahuciarlo si no empezaba a pagarse los frijoles por propia cuenta.

Ahora ya no le recrimino su confianza en esa especie de Indio Yatire Coretica, por más que semana a semana, a cambio de las monedas que tanta falta nos hace, le dibuje un futuro cada vez más jodido, con noticias una más jodida que la anterior. Ya me he convencido de que ella lo sabe perfectamente -y mejor que yo, claro que sí-, y que si insiste en visitar la andrajosa dizque oficina del curandero ese, sólo puede ser por dos razones: ora porque la muy sabida le ha echado el ojo al viejo y, dada su deprimente soledad, le provoca un futuro marital a su lado; ora porque esa es una buena manera de prepararse para todo lo malo que siempre está por venir en esta vida que, como ya lo dije anteriormente, se le escapa tan rápido como a un niño se le escurre el agua de las manos.

Y si de veras creyera en los poderes de don Pedro o del Indio Yatire Coretica, ya no tengo cara para reprocharle nada, yo que esperé atentamente la segunda venida de Jesús durante quince años.

Y estas cosas las he terminado de escribir gracias al flaco de los cuentos a medio publicar... que, en medio de una repartija de torta, me alcanzó este volante que, seguramente, navega y sigue navegando por las calles más recorridas de Arequipa, gracias a la inclemente chamba de esas personas -entre niños, abuelos, jóvenes, etc.- que nos alcanzan las hojas volantes que muy rara vez recibimos con atención y amabilidad, si no es que los recepcionamos para usarlos en vez del papel higiénico.

Así pues, gracias a la rapidez y eficacia de Tristan, el preocupado amigo que nos escaneó el volantito, aquí tienen el marquetero anuncio de un curandero que, si no me pongo las pilas, mamá Teófila seguramente visitará para intentar algún amarre, dadas las tremendas facilidades que aquí, el así llamado Hermano Lázaro, impunemente promociona:


Se me ocurre que al susodicho Hermano Lázaro bien puede denunciársele de ser un sicario común y silvestre, con la fachada de curandero. Ese “Venga sin dinero” me preocupa mucho... ¿Cómo no animarse a visitar al Hermano Lázaro si no pide adelanto?

9 comentarios:

JaViEr X dijo...

ajajajajajajaj la hiciste webas jajaja es un mate de risa ese anuncio jajajaja
yo juro que es un sicariooooooo

NOestrafalaria dijo...

Roger estoy segura que este relato fue inspirado en el volante que te mostró el flaco de los cuentos a medio terminar...y que por cierto le has quitado la primicia uyuyuy

Anónimo dijo...

leo muchos blogs y veo que estas haciendo tu chamba...
no te voy a decir que esta bonito, pero si que tienes talento chino, tienes talento chino...

Anónimo dijo...

NUNCA HABÍA LEÍDO ALGO TAN CHEVERE, QUE BACÁN CHINO, SIGUE ASÍ, ERES LO MÁXIMO... TE AMO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

SOLIPSISTA dijo...

"Ps no chato, no is lo mismo"

Don Roger, no siempre surtirá efecto escribir sobre mamá...

EL OTRO KELSEN dijo...

Si... Mamá, creo que ya te gasté... Tal vez sea hora de rajar de papá...

Anónimo dijo...

k pasoo kelsennnn???????

Anónimo dijo...

a todo esto creo que te falta un verdadero amigo

EL OTRO KELSEN dijo...

Y ciertamente no será Jesucristo un verdadero amigo...