jueves, 22 de abril de 2010

CARTA A LA SEÑORA TEÓFILA QUE ESTÁ DE CUMPLEAÑOS

ROGER VILCA
Hijo fabricado por la señora
Teófila Apaza Quispe (con la
ayuda desinteresada y efectiva
del señor Juan Vilca Mamani)


Hoy es, lo que se dice, el cumpleaños de mamá, sí, de la señora Teófila Apaza Quispe (cuyo nombre también he publicitado tanto como el de papá, incluso más). La verdad es que no sé cuántos años cumple, tampoco he querido saberlo, y, por cierto, tampoco quiero saberlo ahora. Sé que la vida se le está escapando como se nos escurre el agua de las manos, sé que cada día que pasa muere poquito a poco, sé que daría lo que fuera por probar otra vida; tal vez sin hijos por un momento, tal vez sin ser mujer por un momento, tal vez sin tener marido qué aguantar por otro momento, tal vez sola como una estrella, completamente sola, por un instante.

Me basta mirarla de reojo mientras trabaja en la casa acopiando y limpiando botellas descartables, y estimar, con buenas dosis de impotencia, que ha sobrepasado el medio siglo tratando de existir para nosotros, sus hijos. Aunque a veces, mirándole de cerca cada una de las arrugas que, juntas, garabatean su rostro, pienso que está a punto de llegar a los 60 años. Pensar en eso me produce una arcada en el alma.

Ayer, cuando me instalaba en mi cuarto, luego de volver de la universidad, se acercó a decirme (¡a quejarse!) que, por segunda vez, la Municipalidad nos había multado por haber arrimado las botellas descartables a la casa. El municipio nos había sancionado porque, según aparecía en el documento castigador, habíamos usando la vía pública para fines privados. Sí pues, para ganarnos el pan de todos los tristes días.

Edith, mi hermanita de 9 años, que ya sabe del tema (y que por milagro del cielo nos salió inteligente a diferencia de nosotros), dejando su chupetín a un lado, repuso inmediatamente: “Roger, corre a la radio y denúnciale al Alcalde, nosotros somos pobres, no podemos pagar”. Una lágrima pugnaba por salir desde mi clavícula. Cual abogado que quiere saber si su cliente tiene para pagar los honorarios vuelvo a mirar a mi madre y me dan ganas de llorar...

La señora Teófila está de cumpleaños y me deprime tener que saberlo. Ahora que lo sé tomo la resolución de no ir a la casa, no quiero padecer un cumpleaños más de mamá. Se me hace tan extraño, tan injusto, tan pero tan absurdo. Un cumpleaños, y sobre todo el de mamá, siempre lleva la mancha indeleble de una bofetada, de un cartel que en cualquier poste nos avisa que no hemos podido justificar nuestra vida. En Contranatura y en el mundo se ha hecho costumbre celebrar los cumpleaños…, siempre es un motivo para quitarse la correa, ser extremadamente cortés, aflojar la cordura y, con un poco de suerte, ser uno mismo. Pero esta tragedia, perdón, este cumpleaños, este cumpleaños, es diferente; es como si me invitaran a comer pescado con un poco de mango por la noche.

Ella se ha acostumbrado a que le compremos tres cervezas y le pongamos las canciones de Alicia Delgado. Aunque últimamente le gusta más ver los vídeos de los conciertos de Isaura de los Andes. Con eso le basta, eso creo. Ahora que se han puesto de moda las cartas, quiero dirigirle esta:

"Señora Teófila, como usted no sabe cuándo le faltan el respeto y cuándo no, como usted no puede distinguir entre el bien y el mal que le propina su marido, paso a tutearla cual si fuese su vecino y a decirle lo siguiente:

Nunca leerás este mensaje sencillamente porque tú has muerto para el Internet, o peor dicho, porque no pudiste sobrevivir a él. Por eso elijo este medio para decirte algunas cosas que ni con cinco litros de alcohol en el cuerpo podría balbucear:

Cuando vendías tunas en San Camilo (sobre todo las tunas blancas)
Cuando los wachimanes te retiraban de las veredas y te hacían añicos los sueños
Cuando papá te pateaba el rostro
Cuando mis manos eran más grandes que las tuyas (¿lo recuerdas?)
Cuando me hiciste una mochila de franela roja (y con dibujos andinos)
Cuando no le ponías carne a la sopa y decías que así era más rico
Cuando no me dejabas ponerme las ojotas en la casa y tenía que andar calapata (no fue buena idea mamá, ahora tengo el pie plano y no puedo estar mucho tiempo parado)
Cuando votaste por Fujimori teniendo a Vargas Llosa al frente
Cuando yo escondía el cable para que no me pegues
Cuando preferías llorar y lamentarte en quechua
Cuando dejabas mi comida en aquel taper de plástico que nunca le devolviste a la tía Eulalia
Cuando papá te seducía cada vez que decidías dejarlo (¿por qué nunca decidiste ser mujer, mamá?)
Cuando me decías que si trabajaba desde niño más rápido sería hombre
Cuando vendías los juguetes que me regalaban los alcaldes en Navidad, diciéndome que me comprarías otros mejores (¿qué pasó?, ¿por qué nunca los comprabas?)
Cuando me dijiste que no tenías plata para comprarme el álbum de los Supercampeones
Cuando me dabas permiso para mirar Tarzán en la casa del tío Vicente
Cuando permitiste que papá decidiera mis nombres
Cuando todo eso sucedía… (seguramente no lo sabes, no lo sabes);
Dios jugaba con tus trenzas, como aquel niño que nunca fui…, como aquel niño que nunca me dejaste ser...
Adios… y feliz cumpleaños"

viernes, 9 de abril de 2010

EL TERCER NÚMERO DE CONTRANATURA

SANGRE, SUDOR Y MUCHO PESO PARA ARDILES (MÁS SÁNCHEZ)
Así fue: Ardiles (el John Lennon de Contranatura) la tuvo que hacer de todo; presentador, cobrador y hasta cargador de la revista. Con la foto podemos auscultar un futuro cargado de jaquecas y dolores de espalda y de rodillas. En fin, que la revista (que ya tiene demasiadas deudas) se lo pague... Ah, me olvidaba, como resultado de los tremendos esfuerzos físicos que supuso cargar las revistas, don Ardiles quedó imposibilitado para hacer el amor (por lo menos para hacerlo bien). Así pues tenemos la esperanza de organizar una cuyada bailable pro salud.

CONTRANATURA (LA REVISTA) EN LA HABITACIÓN NÚMERO 204 DE UN HOTEL SIN NINGUNA ESTRELLA

Así llegó la revista a "La ciudad de los vientos", la sin par, créanme, Juliaca; cansada, demacrada y con las posaderas apachurradas. Ni bien pisó tierra serrana no aguantó ni un minuto el viento y el polvo de la calle y se instaló en el primer hotel que vio que podía solventar, una casona abandonada que le pedía tres docenas de monedas para cobijarla junto a sus cuatro guardaespaldas en dos camas matrimoniales... 
Ahí la podemos apreciar descansando y posando para ustedes...

BORIS ESPEZÚA: EL GAMALIEL CHURATA DE PUNO (Y AHORA DE CONTRANATURA)

Contranatura (la revista) tuvo el honor de hallar en Puno al ganador del primer premio Copé Internacional del 2009. No dudamos ni un segundo en entrevistarle y preguntarle por los detalles del premio y del poemario que lo llevó a la cima nacional después de un esfuerzo que viene desde los 16 años de su edad. A esperar la entrevista...
Hay que añadir que le presentamos al Poeta Lunar Infinito a través de "El muchacho que no sabe escribir poesía". Leyó el poemario y no dudó en celebrar al desencantado poeta arequipeño (tenemos más recados para él). Muy pronto estará en Arequipa...

MARTÍN CHAMBI DESDE CUZCO


Contranatura (la revista) se estrella contra el destino. Hoy desde las 7:00 a. m. el gran mercado era la Facultad de Derecho de la Universidad Andina del Cuzco, la más lujosa y portentosa de esta ciudad (quizás también la más prestigiosa). Aunque cuando entramos a la puerta los wachimanes, viendo nuestras fachas, suponían de plano que veníamos a vender tamales, luego luego les explicábamos que veníamos desde Arequipa y traíamos revistas "de orden jurídico y cultural" (ese era el florencio) y ellos asentían, ahora sí, con cierto respeto.

Llegamos en la mañana y nos enteramos que las labores se habían suspendido porque la facultad iba a guardar luto hasta el medio día por la muerte de uno de sus mejores catedráticos en derecho penal.

PD.
Señores y señoras de la inmejorable ciudad del Cuzco, por favor, tengan la amabilidad de ya no preguntarme dónde queda tal cuadra, tal calle, tal universidad o tal mercado. Yo no soy de Cuzco, no vivo con ustedes. Aunque no lo crean soy de Arequipa...

Señores turistas, yo los respeto mucho por las divisas que dejan en el Perú y porque les abren oportunidades a los bricheros que exportan el amor peruano, pero por favor, no me pidan que me tomen fotos con ustedes, dejen de decirme: "ou, ou, ou, mi querer sacarme fotou con indiou de cuscou, plis, mi querer llevar recuerdo de incas de cuzcou".