domingo, 7 de febrero de 2010

CONO NORTE, LA PATRIA DE MI LOTE

¿Qué prefieres, las gaviotas o las alondras?
-Prefiero los helados, los domingos por la tarde, con sabor a fresa.

El Cono Norte de la ciudad es la patria de mi lote, de nuestro lote ya formalizado por los magos del Cofopri... El himno de mi patria lo es cualquier canción que se te ocurra mientras sientes el polvo embistiendo los agujeros de tu naríz... Nuestro escudo (con el que nos escudamos de la ciudad) tiene un perro hambriento en lugar de una vicuña, un cactus en vez de un árbol de la quina y, por supuesto, en vez de una rebosante cornucopia, una calamina en forma de cubeta...

Allí me siento más ciudadano que en cualquier sitio. Como todo nos falta y nada nos sobra, y aunque ya me estoy aburriendo, nos vemos compelidos a reunirnos en el local folclórico del AUPA para decidir, de cuando en cuando, una marcha de protesta que consiste en caminar por los ríos de concreto de la ciudad (preparándonos para recibir al cáncer de piel), mientras nos soleamos la cara y somos secundados, sin más, por un contingente de incólumes y verdeoscuros polícías que nos arrean como ganado y nos dictan el sendero... el sendero que, después de la marchitada marcha, nos devolverá a nuestros lotes... a nuestras covachas de piedra, sillar y calaminas que tienen un poquito de felicidad, sobre todo cuando los piojos de los perros se acuestan bien comidos y el agua no nos falta (y podemos preparar una jarra llena de mate).

Si te dan ganas de ser marxista como el Poeta Lunar Infinito, Julio, Rubén o Julio César (del pelaje que sea, no importa), si te dan ganas de ser marxista, digo, pero no puedes por más que lo intentas desde el fondo de tus tripas, te recomiendo algo que no falla o que raramente falla: date una vuelta por los recovecos de este conglomerado de pueblos jóvenes que la geografía ha hecho posible llamar, una vez más, Cono Norte... Verás cómo te dan ganas de hacer la revolución... y todo esto sin conocer a Marx. El riesgo, hay que decirlo, el riesgo es que cuando regreses a tu casa, la combi pasará por la Av. Ejército y a la derecha, irremediablemente, verás la majestuosa tienda de Saga Falabella y, de pronto, sólo pensarás en tí. En ese sanguinolento momento la patria de mi lote habrá muerto por enésima vez...

Todo esto a propósito de la Villa Amapola, la tierra donde el tiempo sobra... y Rita falta... No temas hermanito. No hay que temer hermanito... Siempre terminarán dejándonos... Pero déjame decirte que, justo cuando intenten olvidarnos mientras se empujan un lomo saltado, pensarán en nosotros, en la falta que hacemos cuando de comer se trata...

6 comentarios:

NOestrafalaria dijo...

roger ya no sé que pensar...

EL OTRO KELSEN dijo...

¿Uhm?, ¿a qué te refieres? Seguramente estas relacionndo esto con Juan y Teófila...

NOestrafalaria dijo...

jajaja pues la verdad no!!! mi querido roger tú tbn te haces extrañar, a pesar de todo, de todito de lo que pueda pasar, ten presente que te considero mi amigo y podras contar conmigo.

EL OTRO KELSEN dijo...

Se agradece infinitamente la consideración...

rbk dijo...

la vida en necesidad siempre a existido pero se olvida, cuando tocaste todas las puertas y encontraste un trabajo mas o menos rentable y te prohiviste de todo, de una buena ropa, de un buen desayuno, de un buen almuerzo, de la cena no hablemos porque sin ella puedes vivir; con ese dinero, construiste tu casa, tus vecinos tambien y piensas que tus hijos ya no pasaran carencias. efectivamente ya nos la pasan ahi lo olviadas todo, la ciudad crece y tu casa ya no es tan tan lejos y mal tracha como cuando comenzaste, ahora esta en el centro (no tan en le centro un poco al costado)y habra otros que estaran en misma situacion que tu estubiste... pero ahi ya te daran ganas de hacer revoluciones ni te importara la vida de los necesitados...que se vayan a la mierda pensaras!!!!

EL OTRO KELSEN dijo...

Coincido plenamente contigo rbk. Eso que tú dices pasa ahora con los que han conseguido agua, luz y desague... Cuando nuestros problemas se resuelven nos olvidamos del problema de los demás...