domingo, 6 de marzo de 2011

LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA JUSTICIA PENAL: EL JURADO

Un principio político que siempre llevo bajo el sobaco en cualquier discusión (con los contranaturas todavía no he podido charlar mucho de esto), es aquel que exige “más democracia” en la administración de justicia. Dicha exigencia se desdobla en varias pretensiones que, juntas, conforman un paquete de posiciones políticas que, al final, pretenden que la “ciudadanía” gane para sí el poder institucional (político) que desde siempre se le ha negado.

Dentro de este paquete de aspiraciones políticas –que por lo que veo son muy personales–, la primera pretensión consiste (aunque suene jalado de los pelos) en desaparecer el Tribunal Constitucional y, con ello, volver a la bicameralidad (esto ya no suena muy descabellado), en el entendido que la existencia de un Tribunal Constitucional, por su propia estructura interna y sus efectos externos, aniquila, aunque se diga que no, la soberanía popular, con el pretexto de que de por medio está un “escudo imparcial” llamado derechos fundamentales (derechos cuyos oscuros límites hacen que las posiciones políticas se filtren en la administración de justicia vía “interpretación constitucional”). Este tema merece otro espacio.

La segunda pretensión tiene que ver con el “lenguaje jurídico”, con ese argot técnico-jurídico con el que se redactan las leyes y las resoluciones, con ese floro seco y árido con el que hablan los fiscales… que lo único que hacen es que el derecho sea (siga siendo caracho) una cosa de abogados, jueces y fiscales (ya en un post anterior he demostrado por qué eso es peligrosísimo para nuestro sistema democrático).

Ahora bien, otro aspecto de este paquete que ahora quiero desenvolver someramente es la participación ciudadana en la administración de justicia penal. Voy rápido, tengo que salir al Parque Selva Alegre. Según como están las cosas, la participación popular en la administración de justicia es casi nula, reducidísima a: i) criticar las sentencias, ii) elegir jueces de paz no letrados, y iii) ser mero espectador de los procesos abiertos al público.

Estas limitaciones hacen que el derecho todavía sea una cosa en la cual la sociedad civil no puede meter sus narices. Estoy hablando pues de la institucionalización del jurado como el escenario en el cual la ciudadanía, la sociedad civil, usted estimado lector que no ha estudiado derecho, tenga una participación efectiva en la administración de justicia penal. En una sociedad realmente democrática, el derecho, el derecho penal en este caso, no puede ser patrimonio de un sector ilustrado, sino de todos, y sencillamente porque los efectos del derecho molestan a todos los miembros de la sociedad civil.

La administración de justicia por el sistema de jurados supone la conformación de un cuerpo de ciudadanos al cual se somete la responsabilidad penal de los procesados, obviamente con niveles de control (que deben regularse), de manera que, en último término, dicho cuerpo sancionará la inocencia o culpabilidad del acusado, limitando al juez a controlar los niveles idóneos de adversariedad entre las partes.

Este sistema, como institución jurídica, tiene sus orígenes en el mundo anglosajón, aunque cabe resaltar que nació informalmente junto a los conflictos sociales. En un principio, como dice Artemio López, los legos que eran llamados a integrar los jurados no iban en calidad de juzgadores, sino de testigos; en razón del particular conocimiento del hecho sometido a discusión, acompañaban a la víctima dentro de un sistema acusatorio. El tiempo que todo lo cura y transforma hizo de este sistema una institución ocupada, ahora sí, de determinar la responsabilidad del acusado. Y como señalan sus apologetas, durante mucho tiempo cumplió la noble función de limitar el poder del monarca, ya que su poder omnisciente no podía imponerse en las sentencias judiciales, dado que era el pueblo quien se encargaba de administrar justicia a sus pares.

Puesto el tema sobre el tapete, volveremos con el asunto, pero ya para hacer las precisiones del caso. Este post ha sido más o menos una especie de presentación del tema.

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